Eras aquella que con una sola sonrisa me fulminabas el cuerpo.
La que con el tono de tu voz llenabas la habitación de tardes utópicas al son de te quieros furtivos y besos acaramelados...
Y pudiste acabarlo todo, pudiste haber sido indiferente o por último callar tus promesas de amor...
Pero mentirme fue lo peor que pudiste haber hecho...
Ahora que ya comprendí todo,te miro y recuerdo lo felices que éramos,
cuando por momentos de oscuridad,
sin cuerpos, por el alma amàbamos.
Pero al fin, eras lo que escondías,
lo que siempre iluminaste a espaldas mías.
Eras la que reías mientras mentías
a la que yo quería, por la que yo ,incluso, moría...
lunes, 11 de junio de 2007
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